Miles de videos con el rostro de una joven ucraniana apoyando la invasión rusa y el comercio de productos rusos en China son solo un ejemplo del alcance y mal uso que tiene la tecnología.
Olga Loiek, una estudiante universitaria ucraniana de 21 años en los Estados Unidos, descubrió que su imagen ha sido manipulada miles y miles de veces a través de deepfake.
Los videos con el rostro de Loik, en los que apoya la invasión rusa a Ucrania, han inundado las redes sociales en China. En ellos habla mandarín a la perfección y además promociona productos rusos cuya venta promete apoyar a las fuerzas rusas en la guerra en Ucrania.
Los expertos aseguran que crece la cantidad de videos deepfake, conocidos también como “falsedades profundas” y que los avances en la tecnología con los que se producen hacen que detectarlos sea cada vez más difícil.