El presidente estadounidense, Joe Biden, preparó este martes el terreno para su reelección en 2024 con un discurso en el que marcó diferencias con los republicanos, aguantó abucheos e intentó siempre mantenerse por encima, convencido de que su misión es restaurar «el alma» del país.
«Porque el alma de nuestra nación es fuerte, porque la columna vertebral de esta nación es fuerte, porque el pueblo de esta nación es fuerte, porque el estado de la Unión es fuerte. Mientras estoy aquí esta noche, nunca me he sentido tan optimista sobre el futuro de Estados Unidos», proclamó Biden en su discurso ante el Congreso.
El segundo discurso de Biden sobre el Estado de la Unión se produjo en un punto de inflexión: en la mitad de su mandato y solo semanas antes de que anuncie oficialmente si optará a la reelección en las elecciones de 2024, aunque ya ha dicho que tiene intención de hacerlo.
Su discurso, de 72 minutos, estuvo centrado en política nacional y el objetivo era hablar de la economía y de otros asuntos que preocupan a los millones de estadounidenses que estaban viéndole desde casa.