El Real Madrid logró este miércoles el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones tras empatar en el Santiago Bernabéu frente al Leipzig (1-1) con goles de Vinícius Junior en el minuto 65 para los locales y de Willi Orbán en el 68 para los visitantes, e hizo valer el 0-1 de la ida logrado en Alemania.
Un partido en el que Dani Olmo tuvo en sus botas la prórroga con un disparo en el minuto 92 que estrelló en el travesaño.
Desatando su peor imagen de la temporada desde un planteamiento inicial erróneo, con dudas defensivas y una pérdida de identidad que le puso al borde de un ataque de nervios, el Real Madrid superó unos octavos de final de inferioridad ante el Leipzig, haciendo bueno su triunfo de Alemania con un empate tras el gol del alivio de Vinícius y salvado por el travesaño en el último suspiro.
Eligió Ancelotti modificar su sistema en uno de esos días que marcan temporadas y la interpretación de sus jugadores no pudo ser peor. Con la intención de reducir las virtudes del rival, redujo al máximo las suyas. Un Real Madrid anulado en el primer acto. Instalado en la peor de sus versiones desde un dibujo incomprensible. Sólo la falta de acierto en los últimos metros del Leipzig evitó una catástrofe inesperada.